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Si hoy Brasil pide más, hay menos gas boliviano para la Argentina

El gas boliviano -clave para el abastecimiento del mercado argentino- tuvo un lugar en la agenda de presentaciones en el Congreso de la Producción del Bicentenario. El especialista Héctor García, socio director de Resources Energy Consulting, se refirió en su disertación a la situación del negocio del gas entre la Argentina y Bolivia, a partir de la reciente incorporación de la adenda, que modifica en varios aspectos los términos del contrato original.

Entrevista a Héctor García, Director de Resources Energy Consulting publicado en la revista TECNOIL (http://www.tecnoil.com.ar/index.php?to=tapa)

A su entender, ¿de qué forma modifica el escenario la adenda incorporada recientemente al contrato entre Bolivia y la Argentina?
Pienso que es un baño de realidad. Los que deciden se dieron cuenta que hay en Bolivia 5 millones de metros cúbicos de gas diarios (MMmcd) para este año que se pueden consumir en firme, y el resto depende del mercado brasilero. Porque si Brasil pide más, hay menos gas para Argentina. Esta es la realidad hoy, digamos, en 2010.

Si hoy Brasil pidiese 32 MMmcd, ¿no habría 5 MMmcd para la Argentina?
No habría más de 2 MMmcd. Y ahí Bolivia debería pagar multas. Pero cuidado que la Argentina tiene que tomar por contrato esos 5 MMmcd; de lo contrario, será quien debe pagar. Por eso la Argentina está tomando 6 MMmcd desde el primero de mayo, que es cuando empezó a regir el contrato.

En principio, parecería que la Argentina no tendría problemas para tomar ese volumen, a partir de las necesidades del mercado…
Es cierto que hay mercado, pero hay que asegurarse además que haya transporte para ese mercado. Hasta 5 MMmcd no hay problemas. Más de 6 MMmcd, tengo mis dudas. Por eso se incorporó en la adenda la construcción del Gasoducto Internacional Juana Azurduy (GIJA). Es un compromiso que viene en firme, con tiempos de ejecución. Creo que representa otro baño de realidad reflejado en la enmienda. Si no se llega a hacer, tampoco el año que viene podrían transportarse más de 6 MMmcd.
Otro aspecto importante es que se definen claramente los caudales. Y al menos durante los tres primeros años -2010, 2011 y 2012- esos volúmenes se pueden satisfacer con el gas boliviano. Salvo, como señalé, que Brasil pidiese 31 MMmcd, ahí habría dificultades en 2010.

¿Usted señalaba que Bolivia podrá enviar hasta 15 MMmcd a la Argentina?
Podrá enviar hasta 15 MMmcd -según los plazos pautados en la adenda- nada más que hasta 2016. Después, no hay un horizonte conocido que diga que Bolivia tenga más gas. Los nuevos contratos de operación establecen en sus términos qué cantidad de gas comprometida tiene cada campo en Bolivia. Si se suma la cantidad comprometida de todos los productores que tienen gas y programas de de-sarrollo, se llega a 75 MMmcd. Nada más hasta 2016 o 2017, cuando empiezan a declinar algunos campos importantes de ese país. Después ingresamos en una etapa de duda, no hay una documentación fehaciente que diga que habrá más gas “nuevo” después de 2017.

¿Cuál es la situación actual de las reservas de gas boliviano?
Bolivia está haciendo una auditoría que va a terminar antes de fin de año y permitirá conocer en qué situación están las reservas; hacía 6 años que no se auditaban. En mi presentación señalé que existen 22 TCF probados. Estos números surgen de la diferencia entre los resultados de la última auditoría, restándole el gas que se produjo en estos años.

Lo demás, hay que encontrarlo…
Hay que encontrarlo y hay que desarrollarlo, y todos sabemos lo que significa un desarrollo de hidrocarburos que todavía no se sabe dónde están. Son al menos 6 o 7 años. Entonces, yo no opino después de 2015.

Para incorporar esos 15 millones de metros cúbicos de gas desde Bolivia se necesitará ampliar la infraestructura de ductos. ¿Esto incluiría al Gasoducto del NEA?
Con inteligencia se pueden transportar por el TGN hasta 15 MMmcd del gas boliviano con algunas ampliaciones mayores. Respecto del GNEA, se trata de un proyecto ambicioso, una deuda que el país tiene con la región mesopotámica, pero pagar deudas en épocas de escasez es muy difícil, no creo que este sea el momento. El GNEA se va a hacer cuando Bolivia certifique plenamente que tiene el gas para llenar los 27 MMmcd. De lo contrario, no se justifica hacer un gasoducto que puede costar entre 1.800 y 2.000 millones de dólares.

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