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Tendencias internacionales en la industria hidrocarburifera

Comentarios en la Edicion Nro. 100 de Reporte Energia

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2013 Mayo Articulo Reporte Energia Ed. No.100- D. Arias – Tendencias Mundiales

El escenario internacional en el campo de la energía y los recursos naturales no renovables muestra siempre una fascinante dinámica en la que se combinan elementos de geo-política, economía, tecnología y cuestiones sociales.
En los últimos tiempos, las tendencias predominantes que hemos podido observar en la industria hidrocarburífera las encontramos en primer lugar entre las NOC (siglas en ingles de empresas estatales – National Oil Companies-). Así observamos una actuación creciente de esas empresas en la arena internacional, no ya sólo por su interacción con las IOC (empresas multinacionales – International Oil Companies-) como anfitriones o contrapartes contractuales en sus respectivos países de origen, sino también por su creciente internacionalización. Algo que Petrobras, Petronas, Sonatrach y otras ya habían iniciado hace una década, está ahora expandiéndose entre las empresas estatales de Medio Oriente, por ejemplo. Es el caso de Qatar Petroleum (QP), por citar algunos, ha adquirido importante participación accionaria en empresas de clase mundial, como Shell y Total; también la compra de parte de Centrica plc. y Qatar Petroleum International (QPI), (el brazo internacional de QP) de la mayoría de los negocios de gas natural convencional y crudo de Suncor Energy en la Cuenca Sedimentaria Occidental de Canadá.
QP está negociando también con otros grandes actores, como Exxon, el desembarco en Estados Unidos en el campo de los no-convencionales. Disponer de producción propia en Norteamérica podría darle la posibilidad de convertir las terminales de regasificación Golden Pass Terminal y Elva Island, de QatarGas en plantas de licuefacción para la exportación de LNG. Por otro lado QP está también llevando a cabo acciones para posicionarse en países de África Central, donde estaría planeando adquirir concesiones.
Por el lado de la demanda, China e India se consolidan cada vez más como los grandes reguladores del pulso del mercado, seguidos se cerca por Japón y los tigres del Sudeste Asiático, hambrientos de fuentes de energía. El tsunami de Fukushima de 2011 ha provocado la total reconsideración de la matriz energética nipona (y del mundo), alejándose de la nuclear y acercándose al gas y los renovables.
Europa no ha dejado de ser el campo de batalla central del gas natural. Ante los altos precios que caracterizaron la década pasada y la posición dominante de Gazpron sobre el continente, la tendencia apuntaba hacia la “communitarisation” para la centralización de la política exterior común en la regulación del mercado (impulsada sobre todo por los países del Este del bloque). Esto podría haber traído sinergias. Hoy, ese enfoque ha dado paso a una vuelta a la lógica intergubernamental (de origen más liberal). La energía es uno de los aspectos en el que los países europeos todavía tienen competencias compartidas con la Unión. Qué ha pasado? La otrora poderosa empresa rusa está perdiendo la prevalencia que tenía, en razón de: i) sus propias limitaciones de management ; ii) la caída de su producción y reservas, iii) una oferta cada vez más abundante de gas en el mundo, sobre todo como LNG, y la consecuente disminución de precios; iv) la creciente independencia de algunos países –como Polonia- de procurarse su propio suministro sin depender del “caño ruso” y la aparición de interesantes perspectivas de hidrocarburos no convencionales también en el Viejo Continente. Es importante destacar que también los precios del carbón han caído considerablemente.
El auge del shale y el tigh en el mundo, ha surgido de forma paralela con la aparición de nuevos actores en el concierto mundial de países con potencial productivo gasífero, como los del Levante y zonas aledañas: Chipre, Israel, Líbano, Turquía y Grecia; y otros países que por determinadas circunstancias políticas vuelven a estar en la palestra y concitan la atención del mercado: Libia, Egipto, Sudán del Sur, entre otros.
Américas
En esta parte del mundo también observamos hechos relevantes en la industria. Descendiendo de Norte a Sur, Canadá sigue en el ojo de la tormenta por la explotación de petróleos pesados y ultra-pesados proveniente de la región Occidental del país. Existe presión internacional para declarar “hidrocarburos sucios” a los mismos, lo que podría implicar cierre de algunos mercados, además del daño en la imagen de las empresas operadoras.
Como hemos visto, Estados Unidos se encamina no sólo a la independencia hidrocarburífera, sino que podría superar a Rusia y Arabia Saudita como el mayor productor mundial de petróleo para el 2017.

En Mexico, la elección de Peña Nieto ha relanzado la necesaria apertura a capitales extranjeros en la industria hidrocarburifera, que –como sabemos- necesitará una reforma constitucional, pero los aires de cambio, están empezando a fluir, modificando la mentalidad de los mexicanos frente a la apertura de Pemex, incluyendo a los poderosos sindicatos. Esta tendencia ya está atrayendo la atención de los jugadores de las grandes ligas. De concretarse, el crecimiento del sector podría implicar el crecimiento de hasta un punto en el PBI.
Colombia, junto a Perú, se ha convertido en uno de los grandes actores protagonistas de la mayor atracción de inversiones en Sudamérica en los últimos años. Las políticas de modernización del sector, con organismos reguladores independientes, garantía de seguridad en las operaciones y respecto de las reglas de juego son las claves de esa privilegiada situación. Por el contrario, y como contracara de esas políticas, Venezuela y Argentina languidecen viendo como sus reservas permanecen bajo tierra por la aprensión que sus políticas populistas, falta de seguridad jurídica, rumbos confusos en la política económica y excesivo intervencionismo provoca en los inversores.
Otras tendencias actuales
Dentro del popurrí de cuestiones que hemos señalado, no podemos dejar también de mencionar como tendencias, los incesantes desarrollos tecnológicos, tanto en las mejoras de actividades ya establecidas (como el uso de fibra óptica para sísmica y los adelantos en modelaje de reservorios), como de productos totalmente novedosos como las tecnologías del fracking.
Los temas socio-ambientales no dejan de tener gran relevancia, con las preocupaciones por los derechos humanos de comunidades locales e indígenas; las incertidumbres de la explotación de los hidrocarburos no convencionales (sobre todo por el uso del agua); las exigencias de mayor transparencia y control, dentro de las empresas y los gobiernos en la administración del government take; las graves cuestiones de seguridad en países del Norte y Centro de África, provocadas por resurgimientos nacionalistas, y separatistas y brotes de fundamentalismo religioso; y los ecos del desastre de Macondo que ha provocado cimbronazos en el campo de la seguridad industrial, salud y ambiente, el control de la calidad de gestión de los contratistas, los seguros y los esquemas contractuales de asignación de responsabilidades.

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